lunes, 28 de marzo de 2011

Saliendo de las Tinieblas: Cap. 1

Aguien nuevo(parte 3)

  A la hora de la salida me apresure a la salida antes de que empezaran de nuevo con lo de la salida a comer. Pero la suerte no estuvo de mi lado, porque al salir me quede en un estacionamiento cada vez mas vacío esperando a Sofía.
  -Con que hay estas- oí gritar a Belén a mis espaldas y de pronto ya estaba a un lado mío y me quito el gorro del suéter.
  -Si donde mas, yo siempre espero aquí a Sofía, pero eso tú ya lo sabías, así que no te hagas la inocente.
  -Si como sea, y ni creas que te vas a ir, ya ves el destino hizo que te encontrara aquí porque tenía planeado que tú fueras con nosotros hoy.
  -¿Cuál destino? Es solo mi hermana que se retraso como otras tantas veces.
  -Eso querida amiga es el destino que quiere que salgas a divertirte de vez en cuando-
  -Ahí está como me voy a divertir yendo con ese…
  -Ese te recuerdo se llama Jean-Poul, y si te hubieras dignado a tratarlo aunque sea un poquito fuera de lo necesario te hubieras dado cuenta de que es súper buena onda.
  -Tú sabes que a mí no me gusta hablar con hombres.
  -Si lo sé, pero lo que no se es ¿por qué?, llevo conociéndote desde hace bastante tiempo y nunca me has querido decir.
  -Eso no importa, y no voy a ir, Sofía se va a preocupar.
  -Si como si eso fuera a pasar, al contrario se va…- entonces cayó en la cuenta de que estaba siendo un poco insensible- disculpa, yo… yo no quise decir eso, yo…
  -Descuida, no tienes que disculparte por decir la verdad- se me quebró la voz- pero si no llega me voy en taxi, y punto.
  -No tienes que quedarte esperando, por favor ven a comer con nosotros, hay dos personas que se van a poner tristes si no vienes.
  -Si claro, Jennifer hasta contenta se mostro al decir que no iba.
  -No me refería a ella precisamente.
  -Ah claro ya me lo trago, Jean-Poul quiere que vaya- dije sarcásticamente.
  -Aunque no lo creas el casi me rogo para convencerte de que vinieras, claro que no hacía falta.
  -Pues no voy y no voy.
  -Ándale hazlo por mí, por tu mejor amiga que te quiere- dijo con cara de cachorro triste, con la cual yo no me pude resistir.
  -Está bien, pero si no me gusta a donde vamos me largo.
  -Amiga eres súper- dijo dando saltitos y luego me dio un abrazo.
  -Sí, le voy a avisar a Sofía que no venga por mí.
  -Si Ok, voy a decírselo a los demás, espéranos aquí- entonces salió corriendo.

  En cuanto se perdió de vista saque el celular  que solo utilizaba para hablar con Belén y raras veces para llamar a Sofía, le marque a Sofía y tuve que esperar hasta el quinto tono para que me contestara.
  -Hello Edén. Estaba por llamarte para avisarte que no voy a poder ir por ti, Cristopher me invito a comer y no me pude negar. Te vas a tener que ir en taxi.
  -Para eso te hablaba para decirte que no vinieras por mí, voy a comer con unos amigos de la Prepa.
  -¡Espera! ¿Qué vas a ir a donde? ¿A caso dijiste que con unos amigos? ¿A caso tu tienes amigos?- dijo con tono sorprendido, lo cual me irrito, pero mucho mas me entristeció, yo algunas veces le había hablado de ella, de mi única mejor amiga pero por lo visto poco le importo yo, porque ni siquiera recordó algo tan importante para mi.
  -Si como lo oyes, voy a salir con unos compañeros y con Belén mi mejor amiga ¿la recuerdas? ya te he hablado de ella- dije alzando la voz.
  -O si no la recordaba- dijo despistada.
  -¡Si, si ya se que nada que tenga que ver conmigo te importa!- grite- pero al menos despista mejor.
  -Lo siento yo…-pero yo no la deje terminar.
  -No, no importa ya se lo poco que valgo para ti y para mama- dicho esto colgué.
  -Tonta, tonta como puedes creer que a alguien le importas, y como puede seguirte afectando- entonces pequeñas lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Y así estuve llorando en silencio, hasta que alguien detrás de mí sonó el claxon, rápidamente me seque las lágrimas. Cuando voltee pude ver que era el auto de Jean-Poul, y en el ya se encontraba Jennifer en el asiento delantero y Belén en el trasero, esta ultima al yo tardar en reaccionar saco la cabeza por la ventanilla y se dirigió a mi.
  -Vamos Ed sube- en serio ya no tenia ganas de ir, pero ya había quedado con ella.
  -Si, no tenemos tu tiempo- dijo Jennifer un poco molesta.
  -O si- dije por lo bajo con voz rasposa, entonces  abrí la puerta trasera del auto y me subí. Durante un buen rato nadie hablo.
  -¿A si que a donde vamos?- pregunto muy emocionada Jennifer rompiendo así el silencio.
  -Es verdad, no nos dijiste a donde nos ibas a llevar- dijo Belén también emocionada.
  -Pues pensé llevarlas a Luz de Luna, oí que la comida ahí es muy buena.
  -Si efectivamente, es deliciosa- dijo Jennifer dándole la razón.
  -Si, hemos ido ahí muchas veces con nuestros padres- y yo las envidiaba un poco por ellos, que si eran buenos padres, padres que desde hace mucho tiempo yo no tenia. Y así me quede pensando mientras que Jean-Poul hablaba, hasta que Belén me dio un codazo. Y acerco su boca a mi oído para susurrarme.
  -Ed, te esta hablando a ti, contesta no seas maleducada- me regaño y entonces me dirigí a Jean-Poul.
  -Disculpa ¿Qué decías?- dije a regañadientes.
  -¿Qué si a ti te gusta ese lugar?- dijo Jean-Poul dirigiéndose a mi por el retrovisor, pero por alguna extraña razón su pregunta me resulto fuera de lugar, era como si no tuviera que contestarla debido a que el ya sabría la respuesta, Edén no porque su voz sea idéntica a tu voz quiere decir que el te conozca, pero que estupida eres.
  -Um, no lo se, tal vez me gustara si hubiera ido algún día- dije quitándole importancia.
  -Pues claro que no lo conoce, Edén nunca sale- dijo Jennifer.
  -Pues entonces ya lo conocerás- dijo el con una sonrisa de suficiencia, ignorando completamente el comentario de Jennifer.
  -Pues claro para haya vamos ¿no?- dije sarcástica y dirigí la mirada hacia la ventanilla. Durante todo el trayecto siguiente no le preste atención a la conversación que surgió y solo me limite a mirar las figuras fugaces de los edificios y las personas que se divisaban a través del vidrio de la ventana. De pronto el auto se detuvo y frente a mi apareció un bonito edificio blanco con un letrero discreto que decía Luz de Luna. Todos nos bajamos y el ballet parking se llevo el auto. Entramos a un gran pasillo y en el fondo había un señor, que era el que acomodaba a los clientes en sus respectivas mesas.
  -Buenas tardes, ¿desea una mesa?- le pregunto a Jean-Poul.
  -Si por favor, una mesa para cuatro- dijo señalándonos. El señor al verme hizo mala cara.
  -Si, pero hay una condición para entrar- y volvió a dirigirse a mi con la mirada- la señorita tendrá que quitarse los lentes y el gorro- eso fue como un balde de agua fría  para mi.
  -Pero…-dije con voz vacilante- no lo haré, lo siento- dije con voz decidida y todos me miraron al instante, Belén suplicante, Jennifer irritada y Jean-Poul con esperanza. 
  -Vamos solo quítate las cosas- dijo Jennifer.
  -No, no lo haré, no pueden obligarme.
  -Entonces no, lo siento pero no podrán entrar.
  -Por favor- dijo Jean-Poul.
  -¡No quiero!- dije casi gritando.
  -No pasara nada si te los quitas amiga- dijo Belén.
  -¡Que no quiero!
  -Edén estas arruinando la salida, ¡solo quítate las cosas!- dijo Jennifer.
  -No lo haré, prefiero irme- dije encaminándome a la salida. Ya afuera saque mi celular y comencé a llamar al sitio de taxi, de pronto  una mano me tomo por el brazo y me hizo detenerme al instante.
  -Belén déjame te dije que si no me gustaba el lugar me iría, y hablaba en serio- dije esperando que me soltara. Cuando no lo hizo me gire y me sorprendió mucho que en vez de Belén fuera Jean-Poul el que me sujetaba. Inmediatamente me deshice de su agarre.
  -Me vuelves a tocar una vez más y te arrepentirás- dije con mordacidad.
  -Lo siento, quédate por favor- dijo con voz suave y en sus ojos vi suplica.
  -¿Para que quieres que me quede? No soy ni amable, ni sociable contigo.
  -Solo lo quiero, además fuera de todo lo anterior tú me pareces una buena persona. Además Belén quiere que te quedes- lo que dijo pareció tan sincero que me sorprendió y me agrado.
  -Aun si fuera cierto, oíste lo que dijo ese señor, tengo que quitarme los lentes y mi gorro, y no lo haré- dije en tono firme- entonces apareció una sonrisa picara en sus labios.
  -Eso déjamelo a mi- dijo muy seguro de si mismo.
  -Esta bien lo haré, pero solo por Belén, ella realmente quería que viniera- dije ya rendida.
  -Si solo por ella- dijo con tono seco- vamos pues- entonces trato de tomar mi brazo de nuevo yo carraspee irritada y el retiro su mano al instante- lo siento- lo oí susurrar. De ahí nos encaminamos de nuevo al restaurante, justo en la puerta estaba Belén y Jennifer. La primera sonrío al verme y la segunda soltó un bufido.
  -Edén regresaste- dijo Belén entusiasmada.
  -Si, solo por ti- dije mirando lascivamente a Jennifer y Jean-Poul.
  -Gracias amiga- contesto esta dándome un gran abrazo.
  -Aunque para serte sincera no creo que me dejen entrar.
  -Eso déjenmelo a mi- intervino Jean-Poul- espérenme aquí enseguida vuelvo- entonces entro de nuevo.
  -Ojala y lo convenza- dijo Belén.
  -Pues yo lo veo difícil, el señor se veía muy estricto con lo de dejarme entrar.
  -Solo tenías que quitarte las malditas cosas. ¿Por qué tenias que arruinar esto? Era importante para mi- dijo gritando Jennifer.
  -Créeme no lo hice para arruinar la salida- explique con la esperanza de que comprendiera.
  -¡No te creo! Estas celosa de que yo le guste a Jean-Poul- dijo con presunción. La pobre ni siquiera se dio cuenta de que Jean-Poul había llegado y estaba detrás de ella, este la miraba enojado o eso parecía.
  -¿Qué tu que?- dijo Belén tratando de sacarle mas información. Yo solo me quede callada.
  -Lo que oíste, si no como te explicas que nos invitara a comer, digo no fue por ti hermanita eres demasiado rara y...- luego se dirigió a mi- tu ni bonita eres y el hecho de que nunca te quites tus lentes ni tu gorro me hace creer que tienes una deformidad. Entonces Jean-Poul carraspeo, Jennifer al escucharlo perdió todo el color de su cara.
  -Suficiente- dijo este poniéndose enfrente de ella- no se quien te creas que eres pero no le puedes hablar así a las personas, no cuando se trata de tu misma hermana y tu supuesta amiga- dijo con rabia.
  -Lo siento yo…- pero Jean-Poul la interrumpió.
  -Además tu no me gustas, no me gustan las personas como tu- esto pareció afectarla puesto que sus ojos se llenaron de lagrimas.
  -Lo siento- dijo y salio corriendo, dejándonos ahí parados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario