martes, 15 de marzo de 2011

Saliendo de las Tinieblas: Cap. 1

 
Alguien nuevo (pate 2)

Esta vez en mi primer sueño me encontraba en el parque junto a mi árbol, era como si estuviera reviviendo lo pasado en la tarde, allí se encontraba el mismo joven de la tarde con sus hermosos ojos grises y platicamos lo mismo. Solo que esta vez el me tomo del brazo como si supiera que me iba a echar a correr, entonces me abrazo con un abrazo lleno de amor y esperanza, y me susurro al oído.
  -Ya todo paso, de ahora en adelante yo nunca te dejare- y se inclino para besarme, pero luego todo, incluido él desapareció. Y luego comenzaron mis pesadillas anteriores.
  Me desperté sin saber que hora era, de nuevo con lágrimas en mis ojos, sollozando y gritando, entonces recordé que la voz en mi cabeza había decidido dejarme y comencé a llorar con más fuerzas.
  Y así continué hasta que sonó la alarma que me indicaba que tenia que levantarme o se me haría tarde, me seque  las lagrimas, tarde un poco en levantarme pero al final lo hice, tenía que ir al Instituto San Cristóbal, una de los mas importantes del país, dijeran muchos, ya  era mi ultimo año y no lo podía arruinar o si no mi madre se enojaría mucho, a pesar de que preferiría nunca salir de mi casa para ir a ese entupido lugar. Me levante muy a mi pesar, busque de ropa interior usual, y unos tenis converse grises, un pantalón atubado negro, una blusa de manga corta gris, y un suéter súper flojo y con gorro negro; y de ahí me metí a bañar. Cuando salí me puse mí ropa, me pare frente al espejo; traía unas súper ojeras y los ojos hinchados y me hice un molote de peinado y me puse mi gorro negro. De pronto mi hermana Sofía toco a la puerta.
  -Edén apúrate no quiero llegar tarde, otra vez.
  -Ya voy y te recuerdo que la ultima vez llegamos tarde fue porque tu te quedaste dormida- dije luego tome mi mochila y mis lentes Ray Bans negros. Al abrir la puerta mi hermana hizo cara de desagrado al ver mi ropa. Ella era todo lo contrario a mi, yo era alta y ella era  baja, yo era pelirroja y ella era castaña, yo llevaba el  pelo largo y ella medio corto, yo tenia los ojos violetas y ella los tenia negros, y podría seguir con una larga lista, sin contar que ella siempre vestía  de manera “normal” todo lo contrario a mi, en este caso hoy llevaba un vestido floreado rosa con azul y unas zapatillas azules, iba perfectamente maquillada y peinada, como siempre.
  -Vaya parece que no dormiste bien, que novedad, traes los ojos hinchados ¿estuviste llorando?
  -Si otra vez no pude dormir bien, y no estuve llorando, y si lo estuve acaso ¿te importa?
  -Pues para serte sincera la verdad es que no, tú eres muy dramática.
  -No soy dramática- si supieras.
  -Si OK como quieras. ¿Hasta cuando vas a dejar de vestir como una drogadicta?, tienes la ropa que nos manda mamá de sus viajes.
  -No soy una drogadicta con que yo lo sepa esta bien, y esa ropa no va conmigo…- es demasiado llamativa no quiero llamar la atención de nadie y menos la de los hombres  complete en mi mente.
  -Así no vas a conseguir novio nunca- puse los ojos en blanco- No cabe duda…
  -Si ya lo se no cabe duda que soy adoptada, eso lo dices siempre- como si me importara ya lo que me decía.
  -Y no me cansare de decirlo, pero ya vámonos que te tengo que ir a dejar al Instituto y luego tengo que irme a la Universidad.

  -OK vamos- hoy me sentía mal como para seguir peleando. Bajamos hasta el porche y nos subimos al Mercedes Benz rojo de mi hermana.
  Íbamos saliendo de la colonia cuando un BMW Negro se nos atravesó y casi chocamos.
  -Oye me tu imbécil- dije sacando la cara por la ventanilla- pero que te crees…- y no pude terminar por que mi hermana me calló. Al ver mejor al conductor me di cuenta de que era el joven de ayer, Jean-Poul.
  -Tu…
  -Buenos días señoritas, lo siento mucho iba un poco distraído- voltee a ver a mi hermana y esta se había sonrojando, en cambio yo solo bufe, lo cual pareció divertirlo porque río a carcajada limpia, y luego comenzó a alejarse de nosotras.
  -No es tan lindo el nuevo vecino- dijo suspirando.
  -¿El nuevo vecino?- dije intrigada.
  -Si ayer se mudo a la mansión de alado, yo misma lo vi recibiendo la mudanza.
  -Lo que faltaba, a propósito no se nos estaba haciendo tarde.
  -OH si- y luego piso a fondo el acelerador.
  Como otras veces que se nos hacia tarde mi hermana condujo como una lunática, aunque claro a mi no me molesta la velocidad. Total que llegue hasta temprano. Al salir de auto me puse el gorro de mi suéter y mis lentes, y además me puse mi mascara de “no soy tan infeliz”.

  Ya al llegar me encontré con una nueva noticia, un chico nuevo que quien sabe de donde fregados venia, parece ser que de Europa se iba  a integrar al Instituto, todas las alumnas ya fantaseaban con el, y mi salón no fue la excepción; eso lo note al entrar  al salón y sentarme en mi pupitre para dos; el cual solo ocupaba yo porque estaba al final de la fila.
  Casi inmediatamente llegaron las únicas gemelas del Instituto, Belén y Jennifer; ambas tenían lo ojos verdes un poco pequeños pero lindos, la misma nariz achatada, los mismos labios delgados, la misma estatura mediana, la misma complexión delgada, las dos serian idénticas, si no usaran ropas y peinados diferentes, Belén siempre iba con su look moderno que constaba siempre de unos converse,  unos pantalones a tubo, una camiseta sencilla de algodón, con un poco de brillo en los labios y su cabello largo has color castaño; en cambio Jennifer era todo lo contrario con su look clásico con un vestido rosa, un suéter de mismo color y unas zapatillas negras de tacón, siempre bien maquillada y con su cabello largo y con bucles hechos por ella, además de que se pintaba el cabello rubio; ella encajaría muy bien con las populares de salón si no existiera el pequeño detalle de que no las había alabado lo suficiente. En cuanto se sentaron en el pupitre adelante del mío, Belén seguida de Jennifer volteó.
  -Hola Ed- dijeron al uníoslo.
  -Hola chicas- dije quitándome el gorro del suéter; en publico nunca me quitaba mis lentes y mi gorro; fingí una sonrisa muy a mi pesar, pero no fue muy convincente porque solo Jennifer se la trago y me sonrío de vuelta, Belén en cambio me conocía mucho mas para saber que no estoaba bien me dio un abrazo muy fuerte, ella siempre era tan linda, si supiera que eso siempre le ayuda un poco a mi roto corazón, al menos solo un poco.
  -¿Y eso a que se debe hermanita?- pregunto Jennifer.
  -Solo tenia ganas de abrazar a mi mejor amiga ¿a caso eso esta mal?- y sin que Jennifer se diera cuenta me guiño un ojo.
  -No claro que no- de pronto se le ilumino el rostro-  pero que tonta soy casi lo olvido.
  -¿Olvidar que?- tenia que ser algo muy importante por la expresión que puso.
  -Pues si no lo notaste hay un chico nuevo en el Instituto que vine de  Europa- dijo con una gran sonrisa.
  -A si y eso ¿Qué?- ¿a quien le importa un estúpido chico?
  -Que el va a estar en nuestro salón- casi grito eufórica.
  -No te sigo, ¿Por qué tanta euforia?- dije fastidiada.
  -Porque es súper guapo, Belén y yo lo vimos cuando salía de la Dirección, ¿verdad que es súper guapo Belén?
  -Bueno la verdad es que si-dijo sonrojándose.
  -Y se dice que es de Francia- dijo Jennifer todavía más eufórica.
  -¿Y eso que? De seguro por eso a de ser muy creído.
  -¿Cómo puedes decir eso si todavía ni lo conoces?- dijo Jennifer un poco molesta por el comentario.
  -A ver es guapo y es extranjero, es hombre, todos tienen algún defecto- dije ya cansada del tema.
  -Aun así no puedes juzgar a nadie sin conocerlo, hablas como si ya lo conocieras y no creo que eso sea posible.
  -Si como sea, siento haberlo ofendido sin conocerlo- luego hice cara de desagrado.
  -Eres imposible- dijo en tono seco.
  -Eso ya lo eh oído antes- y me puse el gorro de nuevo, a lo bajo escuche a Jennifer gruñir por mi falta de educación.
  Entonces sonó la chicharra y el profesor de mate entro seguido de Jean-Poul, lo que me faltaba el es el alumno nuevo. Se escucharon suspiros por parte del alumnado femenino, a verlo directamente a los ojos hubo algo en su mirada que me gusto demasiado como para aceptarlo así que aparte la mirada. Aun así no pude evitar volver a mirarlo y me sonrió, me sonrió, no Edén de seguro le sonrío a alguien más.
  -Hola alumnos como ya se habrán enterado por lo chismes hoy se integra un nuevo alumno, muy bien jovencito dejare que tu te presentes.
  -Si profesor con mucho gusto- Por Dios esa voz, entonces mi corazón comenzó a latir como loco, cálmate Edén esa voz no es la voz en tu cabeza, solo se parecen mucho, eso es todo, luego se dirigió al resto del salón- Bonjour mi nombre es Jean-Poul Bouvier, vengo de Francia, para ser mas especifico de Paris, tengo 18 años, me mude aquí por motivos personales- después de terminar todas las que antes suspiraron ahora estaban aplaudiéndole, eso háganle mas grande el ego; y los hombres solo se limitaron a bufar, la iban a tener difícil con la chicas con el en el Instituto, eso era seguro con solo ver como las chicas miraban fascinadas al alumno nuevo.
  -Bueno Jean-Paul, pues bienvenido espero que tus compañeros sean agradables contigo y que te guste nuestro Instituto, bueno hay dos lugares vacíos; el que esta junto a Samanta- líder de las populares, y por cierto mi enemiga declarada, o al menos eso dijo ella, con su cabello largo, lacio  y rubio al igual que todas las de su grupo; con ojos grandes y con lentes de contacto azules, con labios delgados, de nariz respingada, con grandes pechos, estatura media, cuerpo extremadamente ejercitado, perfectamente maquillada y bien vestida- y el que esta junto a Edén- Samanta le dio una de esas sonrisas con las que deslumbraba a los hombres, de seguro ya cayo en sus redes eso no me sorprendería, lo que si me sorprendió fue que comenzó a venir a donde estaba mi pupitre.
  -Anda siéntate con la perdedora- oí susurrar a Samanta, pero el la ignoro y ver  la cara de desilusión que Samanta puso no tuvo precio porque no traje mi cámara digital de alta definición que me regalo mi madre entre tantos regalos de navidad, maldita mala suerte.
  Creo que me perdí un poco en mis pensamientos porque cuando me di cuenta el alumno nuevo ya estaba parado a un lado mío recorriendo su silla para sentarse y cuando lo hizo, volteo hacia mi.
  -Hola- dijo dándome una sonrisa, esa voz a pesar de no poder ser la misma es idéntica…- eh hola, ¿estas…?
  -Descuida pronto se le pasara a veces se pierde en sus pensamientos, mí  nombre es Jennifer- dijo esto tendiéndole su mano y dándole una gran sonrisa coqueta, enseguida el la tomo y también le devolvió una sonrisa que parecía ser forzada.
  -Ella es Ed- dijo señalándome- y yo me llamo Belén, mucho gusto- ella también le tendió su mano y de dio una sonrisa amigable, al igual que la vez anterior el le estrecho su mano y le dedico una sonrisa pero esta si parecía ser sincera, y luego se dirigió a mi.
-Mucho gusto a ti también, me alegra mucho verte de nuevo- dijo dándome la mano y una gran sonrisa, pero yo no la tome y solo me encogí de hombros; no me gusta tocar a los hombres, son tan asquerosos, aunque a el no pareció importarle puesto que seguía sonriéndome que chico mas raro, por  lo general los demás se ofenden por mi falta de descortesía pero a el parece no importarle.
  -¿Cómo ustedes ya se conocían?- dijo Jennifer sorprendida.
  -Si nos conocimos ayer, y hoy me entere que somos vecinos- por desgracia- justo después de que casi nos choca.
  -Lo siento no fue mi culpa.
  -Si como sea chico nuevo.
  -Bueno clase ya es hora de empezar, después de clase todas la interesadas se pueden presentar, hoy veremos las ecuaciones de continuidad- y así estuvimos con ese tema toda la clase lo bueno era que yo lo conocía a la perfección, lo malo es que cada que volteaba a la dirección del chico nuevo este me estaba observando y me sonreía eso me ponía demasiado nerviosa.
  -Oye ¿Por qué escondes tus ojos?
  -¿Y eso a ti que te importa?
  -OH disculpa, ¿Cómo puedes ver con ellos?
  -Veo perfectamente- gruñí un poco mas alto de lo normal este chico estaba empezando a fastidiarme.
  -Edén puedes guardar silencio, trato de dar una clase- dijo el profesor un poco molesto y todos se giraron hacia mi, luego se escucharon susurros como tenia que ser la perdedora, ella siempre es tan rara y cosas por el estilo.
  -Si profesor lo siento- dije sonrojándome.
  -Eso espero- dijo el profesor.
  - Si chico nuevo, tenerte como compañero de pupitre va a ser tan molesto.
  -Ese para mi no va a ser problema.-dijo dándome una amplia sonrisa- Por cierto tus ojos son muy lindos.
  -Por cierto no te daré las gracias- y no dijo nada mas solo se río por lo bajo.




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